miércoles, 5 de agosto de 2009

" EL DESPERTAR DEL SEXO EN LAS CHICAS"

Mi despertar como el de muchas chicas comenzó desde muy pequeña, viendo a las parejas en los parques besándose y acariciándose cariñosamente, yo tenia curiosidad por saber lo que sentían al tener sus cuerpos tan juntos pero el momento de la verdad en mi despertar fue al ver por primera vez una película para adultos.
Mi mayor fijación fue el sexo oral y anal, no podía creer como las chicas podían mantener relaciones de esa manera, el introducir el miembro de los hombres en sus bocas con gran esfuerzo me producía una excitación enorme, verlas lamer y chupar era para mi impresionante, y ni que decir del sexo anal, el solo pensar que podía ser penetrada de esa manera me volvía loca, el imaginar el dolor que debería de sentirse al momento en que un miembro de ese tamaño fue abriendo sin piedad la cavidad anal me calentaba locamente.
Al paso del tiempo mi mente era incapaz de sacar esas imágenes de mis pensamientos hasta que llego el día en que tuve que llevarlo a cabo, lo primero fue el sexo oral, así que me di a la tarea de encontrar al hombre idóneo para tal efecto, el elegido fue uno de los hombres que trabajaban en el taller mecánico de mi tío el hermano de mi madre, se llama Adrián, es un tipo alto y de cuerpo grande como de un metro ochenta de estatura con fama de conquistador, por lo que deduje que su miembro seria lo bastante grande para satisfacer mi fantasía de sentirme ahogada por un buen trozo de carne llena de venas y que no seria difícil que me complaciera.
Un sábado fue el día elegido por mi, ya que ese día todos salían temprano del trabajo y el era el que se quedaba un poco mas rato en el taller dado que era el quien hacia la limpieza en el lugar, me presente con una blusa blanca y una falda roja normal que sin ser muy pequeña si dejaba a la vista mis piernas morenas, llegue y pregunte por mi tío.
Me respondió que no se encontraba que si me podía ayudar en algo, ahí fue cuando no supe que responder, sin embargo seguí adelante en mi animo de llevar a cabo mi aventura.
No nada, lo buscaba a él -respondí-
Ah bueno, pero estoy yo por si algo puedo hacer por ti –rebatió-
Jaja- sonreí nerviosa- no se tal vez
Que quieres bonita? –Dijo- mirándome la piernas
Nada de verdad –volví a responder-
Bueno esta bien, déjame decirte algo, te has puesto muy bien eh, se te ven muy bien las piernas –dijo sonriendo-
Ah gracias –dije- y me sonroje sin embargo decidí que era el momento exacto de llevar a cabo lo que deseaba así que armándome de valor le dije.
Adrián, en verdad no he venido a buscar a mi tío, he venido a buscarte a ti.
El se quedo de una pieza sin decir nada, solamente sonrió.
Espero que lo que voy a decir no te cause molestia.
Tengo una fantasía y quiero llevarla a cabo contigo.
El tipo estaba asombrado y yo más de estar haciendo lo que estaba haciendo sin ningún titubeo.
Ahh OK, claro, si yo puedo ehh ayudarte lo haré con gusto – me dijo – y cual es tu fantasía?-completo-
Sabes esto tiene que quedar entre nosotros, entiendes?
Si muñeca no hay problema –contesto- sonriendo ya mas seguro de si
Quiero mamártela –solté sin mas-
El me miro y sonrió con una mueca de lujuria digna de un enfermo.
El no dijo nada se limito a tomarme del brazo y me condujo hasta la oficinita que tiene mi tío en el fondo del taller donde guardan todo lo relacionado al trabajo.
Al entrar a la oficina cerro la puerta y al escucharla el ruido un ligero temblor me sacudió, me dejo parada junto a la mesa que servia de escritorio y tomo una especie de sabana gruesa que usan para meterse debajo de los autos, regreso junto a mi.
Yo estaba parada sin hacer nada, solo lo observaba, mientras sentía que una humedad iba apoderándose de mi cosita, al solo mirarlo, sin decir una palabra tiro la sabana al piso, junto a mi y mirándome sonriente paso sus manos por mis muslos levantado mi falda hasta la altura de mi pubis dejando al descubierto mi panteleta blanca, y haciendo presión en mis hombros me indico que me arrodillara.
No puse ninguna objeción a esto, me limite a hacerlo saboreando ya lo que vendría.
Arrodillada el paquete que se le formaba en la bragueta queda a la altura de mi boca, -sácamela – dijo ordenándome con una voz jadeosa por la excitación que tenia.
Pase mi mano por el bulto, acariciando la dureza que tenia su miembro, el olor a grasa de sus pantalones de trabajo me lleno la nariz y sin esperar corrí su cinturón de la hebilla mirando el tamaño del bulto frente a mi nariz y el me acariciaba el cabello, desabroche el botón y con seguridad baje el cierre del pantalón abriéndolo y al acto bajándole los pantalones hasta las rodillas, el bóxer negro que llevaba ya tenia una mancha de humedad en el frente justo donde estaba la cabeza de su verga.
Le baje los bóxer dejando al descubierto el enorme tronco que se balanceaba de lado a lado por la inercia de sentirse libre, lance un ligero gemidito cuando Casi me golpea la cara.
Por algunos segundos me quede mirándolo, tenia la cabeza brillante por la baba que estaba saliéndole, rojo por la excitación, y con las venas palpitantes que parecían gusanos azulados recorriendo una enorme víbora, estaba mucho mejor que lo que había imaginado.
Sentí la presión de su mano en mi nuca y levante la vista, eres una zorra –dijo-
Esto me encendió aun mas, con mis manos apoyados en sus muslos saque la lengua y la pase lentamente por la cabeza de su verga, el sabor salado del liquido que manaba del hoyito me llego directamente al paladar, seguí bajando de la cabeza al tronco sin despegar mi lengua hasta llegar a los huevos que tenia calientes, juguetee con mi lengua sobre ellos, el lanzo un suspiro largo de gozo, subí nuevamente por el tronco pasando mi lengua por cada una de las venas y al llegar al frenillo viboree sobre el, abrí la boca a lo máximo y me penetre bucalmente suavemente hasta tener la mitad de su verga dentro, en el paladar sentía la presión de su glande ancho y duro.
Poco a poco comencé a mover la cabeza hacia delante y atrás sintiendo el roce de su sus venas en mis labios, y por supuesto teniendo mucho cuidado con mis dientes, mi saliva se mezclo en mi boca con sus jugos convirtiéndose en una mescolanza que sin poder evitarlo salía por las comisuras mis labios.
Lo tome con las dos manos masturbándolo mientras lo lubricaba con la baba que estaba sacando, el me tomo del cabello y me retiro las manos de su verga, y moviendo con ritmo su cadera me metía y sacaba su tranca mientras yo lo miraba a los ojos dulcemente agradecida mientras le acariciaba los huevos.
Mi cosita estaba empapada y con la mano libre hice a un lado mi panteleta y me acariciaba ricamente metiéndome los dedos profundamente hasta casi llegar a la mano entera.
Así el retiro su verga en ensalivada de mi boca y me la paso por la cara, sentí lo baboso recorrer mis mejillas y mi nariz, y ese aroma, el aroma a macho excitado a punto de terminar.
Párate –me ordeno-
Al pararme sentí mis piernas entumidas y un ligero escozor en las rodillas a pesar de la sabana que había colocado.
Sin decir nada, me subió mas la falda y me bajo el calzón a tirones casi haciéndome caer, sin mucha delicadeza me subió a la mesa colocando mi trasero justo en la orilla, echando los brazos para atrás me sostuve sin acostarme y me levanto las piernas abriendo a todo lo que daba, me paso la mano por el coño diciendo que así le gusta empapado y baboso para que entrara bien, y uniendo las palabras a la acción me centro con su verga y de un solo empujón me la clavo hasta el fondo, yo solté un gemido que seguramente se escucho hasta afuera del taller, y no pude evitar una sonrisa de satisfacción.
Se convirtió en una bestia, me bombeaba de una manera riquísima, entraba y salía con una fuerza impresionante, sentía que mi cosita se abría mas con empujón de reata que me daba, era delicioso.
Su rostro estaba descompuesto, mientras decía:
Eres una putita, como te gusta la verga, puta.
Yo no podía dejar de jadear, parecía que respiraba con el coño y su verga con cada bombeo me cortara el aire, eran jadeos y gritos que no podía parar, comencé a venirme, la piel se me erizo, los pezones apretados por el brasier me dolían de lo duros que estaban, mis jugos comenzaron a salir sin control, sentía lo caliente de mis orgasmo en mi vientre que se sucedían uno tras otro, la vista se me nublaba del placer, y el aun no daba muestras de terminar.
Para, para -le pedí-
Disminuyo el ritmo de sus embestidas, mientras reía burlonamente.
Querías verga no Putita?, pues aquí la tienes – dijo- y me la mostraba mientras se masturbaba.
Si, eso es lo que quiero –respondí agitada- Pero tengo otro deseo, hoy quiero cumplir todos
Ah si y cual es? –pregunto-
Quiero que me rompas el culo, quiero sentir tu verga desfondándome sin piedad, y diciendo esto me voltee alzándome nuevamente la falda dejando al descubierto mis nalgas morenas.
Eres una verdadera perra –dijo- mientras me metía la mano por detrás.
Me incline sobre la mesa subiendo la pierna derecha sobre ella y echando las manos para atrás abrí mis nalgas dejando al descubierto mi anillito de carne dispuesto a ser masacrado a vergazos.
Escuche el escupitajo que hecho sobre mi rayita de las nalgas que deliciosamente llego a hasta mi ano, con un moviendo circular empezó a dilatarlo sin mucho problema por lo caliente que estaba,
No espero mucho ni lo dilato tanto, sentí la cabeza en mi esfínter.
Ponme saliva, lubrícame –le pedí-
No –respondió- así quiero para que la sientas de verdad.
Me va a doler –dije lastimosamente-
Eso es lo que quiero, que te duela cosita, por puta – mascullo con risas cortadas-
Cerré los ojos, y sentí la presión sobre mi culito que aun se resistía ante el tamaño de la verga y por la falta de lubricación.
Puta madre, esta bien apretada –dijo –mientras seguía presionando sin piedad sobre mi ano, en ese preciso momento sentí como abrí, pude escuchar un ligero ruido de mi esfínter al distenderse al entrar la cabeza del animal ese que me estaba partiendo por la mitad
ayyyy – grite- soltándome las nalgas y aporreando la mano sobre la mesa, arquee la espalda y baje la cabeza, mientras jalaba aire con dificultad quise echarme hacia delante, pero el afianzándome de las caderas me lo impidió obligándome a quedarme como estaba.
El dolor era inmenso, sentía que la cabeza de su verga era del tamaño de una bola de billar, tenía la piel erizada en todo el cuerpo.
Sácamela por favor sácamela –le pedí sollozando- no la aguanto la tienes enorme.
No –me respondió- se te a pasar espérate, no seas pendeja, si te muevas te duele mas.
Obedeciéndolo me quede quieta jadeando por algunos segundos mientras seguía sintiendo que tenía un tizón encendido metido en el culo.
Lentamente fue empujando mas carne dentro de mi, con cada empuje yo podía sentir literalmente cada una de las venas que había recorrido con mi lengua, el dolor me estaba matando.
Sin embargo al paso de los segundos el dolor fue mermando con cada metida y sacada que me daba, el roce de su verga en mi recto comenzó a producirme sensaciones que llegaban hasta mi estomago.
No puedo decir que el dolor desapareció por completo, pero se convirtió en un dolor placentero, el mete y saca que pensé seria imposible comenzó, me agarro bien de las caderas y comenzó a moverse con la misma fuerza que lo hizo en mi vagina, el bruto no tenia piedad de mi culo.
Gritaba como una perra que estaban matando, y en verdad sentía que me estaba matando a vergazos, voltee y lo vi. Sonriente mientras veía como su verga entraba y salía de mi ano.
Cuando se dio cuenta que lo miraba sonrió y me dijo:
– se te ve el culo abiertísimo, en serio no se como la estas aguantando-
Ya no pude aguantar y comencé a llorar, esto pareció excitarlo mas por que sus movimientos se hicieron mas rápidos y sentí que su verga crecía mas, y el dolor que sentía se hacia mas placentero y sin poder evitarlo nuevamente los pezones duros contra el brasier que me rozaba, y el erizar de la piel y sin poder contenerlo un orgasmo aun mas fuerte que los primeros.
Sentía que las contracciones de mi vagina se reflejaban también en mi recto pues sentía que apretaba más su tranca.
El ya no pudo aguantar y hundiéndome con toda su fuerza la verga en el culo, me lo empezó a llenar de leche, sentía lo caliente en mi recto, para deslecharse bien me la seguía sacando y metiendo y en cada metida trataba de que fuera mas profunda.
De pronto se quedo quieto jadeando, yo deje caer la cara sobre la mesa mientras sentía aun la dureza de su verga en mi culo, lentamente me la saco.
Al salir completamente no pude evitar lanzar un gas, producto de todo el aire que se había acumulado la bombeada que medio, lentamente me incorpore.
Al voltear lo vi sonriente –espero haber cumplido con lo que querías- me dijo
Le respondí con una sonrisa.
Sin poder aguantar ya, me dirigí al baño que estaba en la oficina de mi tío, y me deje caer en la taza del baño, sentía el culo abierto y tenia la impresión de que no se cerraría nunca, cuando la leche termino de salirme lentamente del ano me limpie.
Salí del baño y el estaba sentado en la mesa donde momentos antes me había cogido con mis calzones en la mano y me los extendió diciendo:
Espero que no sea la ultima vez que te rompa el culo putita-
Y guardándome los calzones en la bolsa respondí sonriendo.
- no, no será la última vez-

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