miércoles, 12 de agosto de 2009

relato erotico " fantasia en le baño de la oficina"

Enia era una mujer aunque no muy agraciada de cara pero con un cuerpo fabuloso, un trasero redondito y gordo que cuando caminaba por la calle todas la miradas se iban tras de ella y eso parecía gustarle pues usaba siempre ropa ceñida que resaltaba su tremendo culo
Nos conocimos en el trabajo y al inicio ni nos mirábamos, pero poco a poco fuimos entrando en confianza hasta que un día sin querer ya casi al final de la jornada de trabajo , cuando todo el mundo ya estaba saiendo, coincidimos en la entrada del baño de las oficinas y nos quedamos mirando fijamente y sin pensarlo me acerque mi boca a la de ella y ella como que estaba esperando también ese momento.
Nos dimos un beso apasionado y ella me jalo hacia el baño de mujeres, ya dentro seguimos besándolo y tocándonos, le levante la pequeña minifalda, le baje la parte de delante de su tanga y le toque la concha, separando sus labios con mis dedos y sentí que estaba completamente mojada, sus jugos chorreaban. Estaba muy caliente.
Quiero chuparte la verga – me dijo y sin mas preámbulo se agacho y me bajo el pantalón liberando mi gruesa verga que estaba dura y goteando algo de semen.
Tomo con una de sus manos mi verga y se la dirigió a su boca tragándosela prácticamente toda mientras elevaba su mirada hacia mi. Mi verga entraba y salía de su boca mientras ella con la otra mano se tocaba su concha cada vez mas caliente. Así de cuclillas sus jugos corrían hasta su ano, mojándolo.
Luego se puso de pie y se dio la vuelta mostrándome su tremendo culo con el cual había fantaseado muchas veces, imaginando que metía de todo por ese lindo trasero. Se inclino hacia delante y con sus dos manos se cogió de las nalgas abriéndose lo más que pudo. Yo cada vez más sorprendido pude ver su agujero posterior completamente mojado y brilloso. Entonces con una de sus manos se empezó a tocar el ano, metiéndose un dedo dentro y moviéndolo en círculos. – Papi, siempre te he deseado – me dijo – Ahora quiero que mi culo sea tuyo, quiero que me claves la verga toda dentro de mí- .
Yo le pudo dos de mis dedos en su boca para que con su saliva quedarán mojados y luego los dirigí a su ano, frotándolo suavemente y metiendo un solo dedo hasta el fondo. La saliva fue el lubricante que permitió que mi dedo entre sin dificultas hasta el fondo, mientras ella emitía un gemido de placer.
Mis dedos entraban y salían, poco a poco su ano se fue dilatando y puse tres dedos, luego cuatro dedos dentro. Ella gemía – Así papi ábreme el culo.
Con el ano totalmente abierto y mi verga que estaba a punto de explotar, la acomode inclinándola un poco mas y puse mi glande en tu entrada trasera y comencé a empujar suavemente y vi como mi verga se perdía en ese hermoso culo, era como un sueño lo que estaba viviendo.
Mi verga se perdió por completo dentro de tu ano y mientras ella gemía suavemente evitando hacer mucha bulla, yo empujaba mi verga cada vez con más fuerza chocando cada vez más fuerte mi cuerpo con sus nalgas duritas y bien formadas.
Estuvimos así algunos minutos y yo ya no pude más y sacando mi verga de su ano derrame mi leche sobre su espalda al momento que ella gemía como una puta pero despacio, tratando de no hacer mucha bulla.
En ese instante la puerta sonó y alguien entro al baño, nosotros estábamos en uno de los compartimientos que no se podía ver al entrar. Era una mujer la que ingresaba la cual puso el seguro a la puerta del baño. Desde donde estábamos podíamos ver sin que ella se diera cuenta.
Nos acomodamos la ropa un poco temerosos de se descubiertos y la guapa mujer frente al espejo tomo su bolso y saco un grueso dildo con forma de pene, pero este si era grande y grueso.
Levanto una de sus piernas sobre el lavabo y viéndose en el espejo se toco la cocha y pudimos ver que no tenia tanga debajo de la falda. Tomo un pequeño frasco y abriéndolo embadurno el dildo con un ese lubricante.
Acto seguido acomodándose un poco mas se empezó a frotar la cabeza de semejante cosa en la entrada de su concha y empezó luego a metérselo poco a poco hasta que se lo metió completamente hasta el fondo, mientras gemía de placer.
Desde nuestro sitio podíamos ver todo y mi verga se empezó de nuevo a ponerse dura. Entonces decidimos salir a ver que pasaba. La guapa mujer ya un poco avanzada en años no se sorprendio y le dijo a Enia – Los vi entrar pero pensé que ya habían salido, hasta que escuche algunos ruidos – Y sin mas preámbulo se acerco a Enia y la beso apasionadamente en la boca. Yo me quede sorprendido.
Enia me dijo – No te preocupes es una gran amiga mia – Si ya veo- le dije aun sin salir de mi asombro pero feliz por lo que estaba pasando.
Entonces Enia me jalo hacia el baño y me hizo sentar sobre la taza con los pantalones abajo y la verga media caida por la sorpresa. Cogió a Norma –Asi se llamaba la amiga- de la cabeza y casi la obligo a que me chupara la verga alo que Norma no se negó y me empezó a propinar una deliciosa mamada haciendo que mi verga se ponga otras vez dura.
Desde atrás Enia le metía y sacada el dildo a Norma quien gemía con placer mientras se atragantaba con mi pieza. Al mismo tiempo Enia le lamía el culo a Norma al mismo tiempo que el metía hasta tres dedos, dilatándolo ese agujero que a mí tanto me fascina clavar.
Luego Norma se giro dándome la espalda y sentándose sobre mí, cogio mi verga con su mano y se la puso en la entrada del culo e inicio una sube y baja fabuloso. A la muy puta le encantaba sentir mi verga en su ano.
Echada sobre mi pecho, levanto sus piernas ayudada por Enia y esta ultima, cogio el dildo y se lo empujo por la cocha que estaba completamente mojada y chorreando. Pude sentir como el dilo entraba a su concha que con facilidad recibía tremenda verga artificial
Yo estaba completamente excitado por todo lo pasado y ya no pude contenerme mas y descargue toda mi leche dentro del culo de Norma mientras ella alcanzaba un tremendo orgasmo que la hizo estremecer, era un doble orgasmo anal y vaginal se seguro disfrutó como nunca pues sentí como luego de gemir de placer alcanzando el primer orgasmo vaginal, volvió a gemir y a contraer el ano cuando mi leche salio con fuerza chocando en las paredes de su recto.
Esa has sido una de las más deliciosas experiencias vividas. Luego de eso me dijeron que había una fiesta mas tarde pero que solo podían ir amigos íntimos, por lo que me pidieron ser discreto y no comentar a nadie.

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