miércoles, 13 de enero de 2010

encuentro por medio de relatos

Conocí a Andrea por medio de una página de relatos eróticos en la que ambos publicábamos experiencias tanto reales como imaginadas. A través de esa página entramos, como he dicho, en contacto, intercambiábamos fotos y emails, pero nunca nos habíamos conocido en persona, con ocasión de este viaje que regalaba mi empresa, aproveché para pedirle que nos hiciese de guía en nuestra visita a su tierra, Argentina.
Tras un largo, pero no demasiado desapacible vuelo, llegamos por fin al aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires, Demian, Mikel y yo, recogimos nuestras maletas y sobre las 13:45 salimos al hall de llegadas, allí nos esperaba, despampanante, bellísima, mi amiga Andrea, con un cartelillo en la mano que ponía Zyon Inc., tal y como le había sugerido que hiciese en el último email, haciendo ver que era una azafata o una empresaria que recibía a unos ejecutivos en viaje de negocios. Nosotros tres íbamos vestidos con elegantes trajes negros, camisas y corbatas negras. Ella iba vestida con una minifalda negra a rayas, con una blusa blanca que apenas podía contener el volumen de su hermoso escote, que se insinuaba generoso, tras un par de botones imposibles de abrochar, sobre la blusa llevaba una chaqueta a juego con la faldita, su hermosa melena recogida en una cola de caballo, unos zapatos de alto tacón de aguja realzaban la belleza de sus piernas, enfundadas en unas medias. Vestida así Andrea era el blanco de todas las miradas tanto de hombres como de mujeres.
En cuanto la vimos, nos quedamos impresionados, la habíamos visto en fotos, pero en la realidad y vestida de ejecutiva provocativa… nos despejó de golpe del tedio del viaje en avión.
Me acerqué a ella, hice las oportunas presentaciones tras lo cual le susurré al oído que las fotografías no le hacían justicia, a pesar de lo hermosa que aparecía en ellas, en persona era todavía más deslumbrante.
Nos condujo hacia la limusina que nos aguardaba en el exterior del aeropuerto, con ayuda del chofer cargamos las maletas y entramos.
Ella se sentó en medio de mis amigos en el asiento trasero de la limusina, y yo me senté frente a ella, de espaldas al sentido de la marcha, junto a la ventanilla que nos separaba del conductor, que accioné avisado por un gesto de Andrea, para evitar distraer al conductor.
Una vez estuvo cerrada la ventanilla, Andrea separó sus bellas piernas deleitándome con la visión en exclusiva de sus medias con portaligas y sus braguitas blancas medio transparentes. La visión no podía ser más tentadora.
Mikel se aprestó a besarla en los labios al tiempo que posaba una de las manos en las torneadas piernas de Andrea y comenzaba a acariciarla.
Demian terminó de desabotonar su blusa. Su escote lo había cautivado desde el momento en que la vio y no tardó en comenzar a sobarle las tetas sin reparo, sacándolas fuera del corpiño, amasándolas, jugueteando con sus pezones, que comenzaban a dar muestra de la excitación poniéndose erectos y duros, como empezaban también a ponerse los miembros de mis amigos, y por supuesto el mío, a pesar de que de momento mi única parte en la acción era deleitar mi vista, con la imagen de ese hermoso cuerpo siendo manoseado por mis amigos.
Mikel y Demian acariciaban los muslos de Andrea desde la rodilla hasta la entrepierna con la mano que no tenían ocupada en sus enormes tetas, mientras la regalaban con besos en sus labios y sus enormes pechos.
Andrea con una habilidad pasmosa aunque no sin cierta dificultad, se las arregló para liberar las pollas de mis amigos de la prisión de los pantalones que ya poco podían hacer por contener sus erecciones.
Yo disfrutaba con la escena: mis amigos sobando a esa hermosa mujer frente a mí, ella me dirigía miradas de deseo al tiempo que separaba a un lado la braguita y comenzaba a acariciarse la entrepierna, separando sus labios con sus dedos, pidiéndome con la mirada que la ayudase en esa placentera tarea.
Me estiré hacia ella, separé todo lo que pude sus braguitas y comencé a acariciar su pelvis y su abultado clítoris, su coñito estaba empapadito y muy caliente, poco a poco fui introduciendo en él mis dedos, que se deslizaban suavemente hacia el interior y por su contorno.
Cuando levanté la vista, la habían desnudado completamente de cintura para arriba, tenía la polla de Mikel en la boca y la de Demian en la mano, le quité las minifalda y las braguitas y, arrodillado en el suelo frente a ella, metí mi cabeza entre sus piernas para deleitarme con su delicioso manantial de olores y sabores, jugaba con mi lengua en su coñito, lamiendo su clítoris, haciéndola retorcerse de gusto, ella gemía como podía con la polla de Mikel en la boca, entrando y saliendo, era una gatita en celo, gemía y cambiaba de biberón, ahora era la polla de Demian la que disfrutaba del examen oral, mientras le dedicaba el trabajo manual a Mikel, yo seguía entregado a la tarea de darle placer a su sabroso sexo.
Mi polla estaba a punto de reventar, y entonces me decidí a hacer algo que deseé desde la primera vez que vi una foto suya. Me puse medio en pie (todo lo que me permitía la limusina), pedí a Mikel que me dejase algo de sitio y puse mi polla sobre sus enormes y desnudas tetas, ella me las ofrecía levantándolas con sus manos, permitiendo que mi polla se quedase en medio, las agarré de los pezones y comencé a estirarlos.
Ella agarró de nuevo sus tetas, escondiendo mi polla en medio, comenzó a moverlas arriba y abajo, dándome el masaje más maravilloso que recibió nunca mi pene, sus grandes tetas ocultaban mi miembro casi por completo cuando ella las juntaba, se las cogí de nuevo por los pezones, sabía por sus emails lo que a ella le encantaba, y comencé a moverlas usando los pezones como si fuesen unos pequeños y erectos bastoncillos de mando.
Ella con sus manos de nuevo libres volvió a hacer trabajos manuales a mis amigos que asediaban su boca con sus penes deseosos de ser mamados.
Tras unos minutos así, pedí a mis amigos que se hiciesen a un lado, a pesar de que yo no soy su jefe ni nada parecido, mi condición de organizador me daba unos ciertos privilegios.
Puse mi polla ante la boca de Andrea, ((((me la cogió con las dos manos, la acarició tiernamente, y comenzó a lamérmela, primero en círculos sobre el glande, luego pasaba su lengua por el tronco, y finalmente la introdujo en la boca, acariciaba mis pelotas mientras mi polla entraba y salía de su boca))) y sin darle tiempo a reaccionar, la metí hasta su garganta, entraba y salía de su boca, mis pelotas golpeaban su mentón, y yo veía como mi enorme pene comenzaba a provocarle arcadas al entrar tan adentro. No es fácil encontrar a una hembra capaz de tragarse entero un falo aunque sea pequeño, y ella se tragaba mi tranca como quien toma una golosina,
Demian y Mikel, estaban muy excitados con la escena, y ya que las manos y la boca de Andrea estaban ocupadas con mi polla, ellos comenzaron de nuevo a manosearla, acomodándose como pudieron, besaban y mordisqueaban sus pezones, acariciaban sus muslos y trataban de llegar a sus orificios con los dedos, juegueteando con ellos, los introducían entre sus piernas, haciéndola jadear de placer. Mikel hacía lo posible por introducir algún dedo en el culo de Andrea para lo cual casi la hace caer del asiento, ella se retorcía de gusto, lo mismo que nosotros, cuando de repente, una voz por el interfono nos avisaba que ya estábamos a escasas cuatro cuadras de nuestro destino, el Sheraton Libertador.
Esa voz y la cercanía del hotel, nos obligó a recuperar como pudimos la compostura, ayudamos a Andrea a vestirse de nuevo, guardamos nuestros miembros y nos dispusimos a salir en cuanto el coche se detuvo ante la entrada del hotel.
El chofer y el portero del hotel nos ayudaron a cargar las maletas y nos dirigimos a la recepción, Andrea subió con el botones y nuestro equipaje, mientras nosotros terminábamos de registrarnos y éramos informados de los horarios de comidas del hotel, y de los demás servicios que el hotel ofrecía. El conserje, que resultó tener familia en España (cosa bastante habitual) nos estuvo entreteniendo unos minutos, y cuando llegamos a una de nuestras habitaciones, Andrea nos tenía preparada una sorpresa, no se si estaba compinchada con el conserje, para que le diese tiempo a prepararse para nuestra llegada.
Nos esperaba recostada en la cama, con la espalda contra el cabecero, con tan solo el corpiño las braguitas, y las medias con sus portaligas, estaba tremendamente sensual, se tocaba los enormes pechos y el coñito, con las piernas abiertas, ofreciéndosenos.
Inmediatamente cerramos con llave la puerta. Y comenzamos a desvestirnos ante su provocativa y atenta mirada, mientras ella se quitaba las bragas y luego volvía a ponerse el portaligas, estaba de lo más sexy, nos estaba poniendo a mil, nuestras erecciones eran ya más que evidentes, ella se acercó a nosotros mientras nos desvestíamos por completo, y le mostrábamos nuestro estado de excitación. En ese momento, y para sorpresa de Andrea, en lugar de ir hacia ella, me di la vuelta para coger la videocámara que llevaba en la maleta, mientras Mikel y Demian se acercaban a ella para retomar las cosas donde habían quedado.
Demian y Mikel se colocaron junto a ella y comenzaron de nuevo a entretenerse amasando sus preciosos y suaves pechos, los agarraban por encima y por debajo del corpiño, estaban visiblemente excitados, deleitándose con el tacto de su cuerpo bajo sus manos. Demian se estaba encargando ahora de acariciar la vagina de Andrea, acariciando la pelvis, bajando a continuación para introducir los dedos en su interior, Mikel mientras tanto seguía disfrutando como un niño de las tetas de Andrea, pellizcando sus pezones, estirándolos, moviendo sus manos por toda la superficie de esas grandes colinas que eran las tetas de Andrea, me las mostraba, como frutero que ofrece unos magníficos melones.
Yo ya había terminado de preparar la cámara, a modo de director de una película, le pedí a Demian que se colocara tras Andrea, y sostuviera sus pechos, y los acariciara y juntara como hacía antes Mikel, jugando con sus pezones nuevamente, que ya estaban duros como piedras, levantaba los pechos de Andrea tirando de los pezones hacia arriba, dejándolos caer a continuación por su propio peso, era un excitante espectáculo ver moverse esas colinas de suave y tierna carne.
Coloqué la cámara sobre la cómoda de modo que yo pudiese también tomar parte de la acción.
Los tres rodeábamos a Andrea, agasajándola con besos y caricias por toda la espléndida geografía de su hermoso cuerpo.
Al poco Andrea se subió de nuevo a la cama, colocándose a cuatro patas, como una perrita en celo deseosa de ser follada, nos colocamos junto a ella.
Tal como estaba me miró y me pidió que fuese el primero en entrar en ella, mis amigos me animaron a satisfacer sus deseos.
Me coloqué tras ella con mi polla tiesa en la mano, Andrea me ofrecía su ano, separando las nalgas con sus manos, la visión de sus nalgas abiertas, oferentes, esperando por mi falo, era de lo más excitante.
- Demian: Dale Fran, fóllatela.
- Mikel: Si, vamos Fran, fóllate a la putita.
Apoyé el glande sobre su ano, mojándolo un poco con mi propia saliva, y comencé a introducirlo en su interior, no sin resistencia, mi polla se iba abriendo camino, ella chillaba de dolor y eso, lejos de desanimarme, pues sabía que su deseo era mas grande que su dolor, me excitó aún más y se la clavé entera en su tremendo culo. La agarré de las caderas y la monté como nunca había montado a otra, mi polla entraba y salía de su esfínter, su ano estaba cada vez más dilatado y yo recogía con los dedos los jugos que salían de su vagina, para lubricar un poco mas la zona, y reducir algo la fricción. De vez en cuando le daba alguna sonora cachetada, sin ánimo de lastimarla, solo de excitarla, como sabía por nuestras conversaciones que eso lo hacía, la montaba como a una yegua, mi polla entraba y salía de su ano, mis pelotas golpeaban contra su vagina, notaba todo su calor envolviendo mi pene, era una deliciosa sensación penetrarla una y otra vez, deleitándome sintiendo como cada centímetro de mi tranca entraba y salía rozando las paredes de su esfínter.
Saqué mi polla de su culo por completo para que Demian, que se había hecho cargo de filmar toda la escena, pudiese captar lo dilatado y colorado que estaba el ano de Andrea, la metí y la saqué unas cuantas veces más, hice un comentario sobre lo que parecía estar disfrutando esta putita argentina cuyas piernas comenzaban a temblar ante la inminente llegada de un orgasmo, hice seña a Demian para que captara la imagen del disfrute en su cara, mientras se aproximaba la llegada de mí orgasmo, conseguimos alcanzarlo casi simultáneamente, yo agarraba a Andrea de sus caderas, pues sus piernas ya casi no la sostenían, gritábamos de placer mientras descargué toda la leche que tenía reservada para ella, inundando su cavidad prácticamente por completo. Terminé de correrme soltando un alarido de placer mientras ella gemía y apenas podía controlar su respiración, al tiempo que daba las últimas embestidas vaciando por completo el contenido de mi pija en su ano.
Saqué mi polla de su culo de nuevo y ahora un hilillo de semen brotó de su ano, abierto, caliente y colorado, resbalando por su entrepierna hacia su coñito, llamé a Demian para que no perdiera detalle con la cámara.
Le pedí que mostrara su habilidad para expulsar la leche de su ano, ella, extasiada y entre gemidos hizo un esfuerzo y mi leche comenzó a manar ante la atenta mirada de la cámara, empapando su vagina, y las sábanas de la cama.
Ahora es tu turno Mikel, dije. Le encanta que le rompan el culo, ya lo has visto, así que… adelante, toda tuya.
Andrea: si Mikel, rompe mi culo de puta.
Mikel: Si es lo que quieres, puta, vas probar mi leche.
Mikel se colocó tras Andrea y metió su falo en su ano abierto. Comenzó a bombear mientas yo comenzaba a grabar con la cámara.
Mikel se aferraba a los pechos de Andrea, coloqué la cámara de tal forma filmara bien la escena y los dejé disfutando de unos momentos a solas. Mientras, Demian y yo nos pusimos a hablar de lo que haríamos a continuación.
Demian no había enculado nunca antes a ninguna mujer, y me comentó que no era algo que le resultase muy tentador, hasta que conoció a Andrea.
Mikel seguía disfrutando cabalgándola, ambos se movían al unísono, gemían, sudaban, él le daba cachetadas en las nalgas, entraba y salía de su ano, disfrutando como un niño con un juguete nuevo.
Tras unos minutos de entrar y salir, Mikel terminó dentro de Andrea, de nuevo su culo estaba lleno de leche, sus nalgas estaban algo enrojecidas de las nalgadas que le había propinado Mikel, al sacar su polla, de nuevo un hilillo de semen caía de su ano, mojando, aun más, la vulva de Andrea.
Es tu turno Demian, dije.
Mikel, extasiado dejó su sitio a Demian, que apenas dio tiempo a Andrea a tomarse un respiro.
Andrea creía que no podía más, pero cuando sintió la polla de Demian bombeando en su interior, se entonó de nuevo y al poco ya estaba pidiendo más. Demian entraba y salía del ano de Andrea, que jadeaba, gemía y disfrutaba sobremanera con la tercera enculada de la noche, mientras sus pechos se movían de un lado a otro.
Tras unos minutos, un par de ellos nada más, pues Demian ya llevaba un buen rato bastante excitado y reservándose para llenar de nuevo el culo de Andrea, por fin estalló dentro de ella, que ya empezaba a estar cansada de estar siempre en la misma postura y una vez Demian hubo acabado y salió de dentro de ella, y entonces ella se dejó caer hacia el costado, el semen de Demian brotaba ahora del culo de Andrea resbalando esta vez sobre la nalga que tenía apoyada en la cama, con la cámara filmábamos como brotaba la leche de su enrojecido y dilatado esfínter.
Demian se tumbó al lado de Andrea, que se había incorporado un poc para colocar la cabeza sobre la almohada para descansar mejor, y pronto nos sumamos Mikel y yo, que ya estábamos algo mas relajados, lo mismo que nuestros pitos, y así estuvimos unos instantes.
Comenzamos entonces los tres a acariciar a Andrea, sus caderas, sus hombros, sus muslos, jugueteamos con sus pezones, estirándolos, amasando su tetamen, besándola, y así estuvimos unos cuantos minutos, hasta que nuestros penes se volvieron a poner en funcionamiento tras el descanso, ella nos los acariciaba, los besaba y los chupaba por turnos; ensalivándolos y dejándolos resplandecientes y duros como trancas, listos de nuevo para la acción. La cámara, que previamente había colocado sobre su soporte, nos enfocaba a los cuatro a la perfección.
Andrea se inclinó sobre mi, que estaba recostado a su lado y comenzó a lamerme la punta de la verga, acariciando suavemente el tronco de los penes de mis amigos al mismo tiempo.
Su boca se cerraba en torno a mi polla, cuyo tronco desparecía dentro de su húmeda cavidad, hasta que su nariz daba contra mi vientre.
Andrea me pidió entonces que me colocase en el centro de la cama, boca arriba, y comenzó a mimar de nuevo mi pene, tieso como una espada, con las manos, con sus labios, con su lengua… una vez estuvo mi polla de nuevo en toda su plenitud, ella se colocó a horcajadas sobre mí, dándome la espalda y ayudándose de sus manos metió de nuevo mi estaca en su culo, así, sentada encima, su vulva tocaba con mis duras pelotas, ella subía y bajaba, meneando las caderas, haciéndome sentir su recto en toda la extensión de mi verga, se recostó un poco, cogió una de mis manos mientras se apoyaba en la otra y la dirigió a sus enormes tetas, hice como me indicaba, comencé a sobar sus enormes volúmenes, pellizcaba y retorcía sus pezones volviéndola loca de placer, como atestiguaban sus gemidos, estiraba sus pezones, levantando las tetas y dejándolas caer, mientras ella subía y bajaba, haciendo desaparecer mi polla en su interior.
Demian se acercó a ella con la polla en la mano, se arrodilló a su lado y aproximó su tieso miembro a su boca, ella se inclinó sobre él y comenzó a comérsela, a juzgar por los movimientos de su cabeza.
Yo apenas veía más que su espalda moviéndose arriba y abajo, con mi pene insertado completamente en su dilatado esfínter, agarraba su cintura mientras me movía arriba y abajo como podía debajo de ella.
De pronto, se recostó sobre mí, apartó mis manos de sus tetas, y toda su melena cayó sobre mi cara, como pude la aparté y vi como Mikel se acercaba, mientras ella abría las piernas, y juntaba sus tetas, ofreciéndoselas a mi amigo, al cabo de un rato de no ver casi lo que pasaba, vi a Mikel acariciando y besando las piernas de Andrea, desde los muslos hasta los dedos de los pies.
Andrea se acostó sobre mi pecho y pronto noté lo que ocurría, moví mi cabeza a un lado un poco justo a tiempo para ver como Mikel metió su falo en el coño de Andrea.
Yo notaba como nuestras pollas casi se tocaban en el interior del cuerpo de esta diosa del sexo. Nuestros testículos si se encontraron junto a los orificios que teníamos llenos de nuestras vergas.
Los cuatro nos movíamos como una maquinaria bien engrasada, el placer que sentíamos iba en aumento, nuestras pollas entraban y salían simultáneamente de todos los agujeros de Andrea.
Andrea dirigía la orquesta, ella marcaba el ritmo y la cadencia de las penetraciones con los movimientos de su cintura, su pelvis, su cabeza…
El ritmo iba en aumento, igual que el volumen de los gemidos de Andrea, nos movíamos cada vez más rápido.
Andrea ya estaba a punto de alcanzar el orgasmo, como pude notar por los escalofríos que la recorrían, para aumentar su placer, la cogí de nuevo por los pezones, estiré y amasé sus tetas cuanto quise, haciéndola retorcer de placer, haciéndola bramar de gusto.
Pedía más y más, nos quería más profundo, quería sentir nuestra leche inundando su interior.
Demian quería probar también el coño de Andrea antes de correrse, intercambiaron posiciones, ahora era la polla de Demian la que compartía conmigo las entrañas de Andrea.
Tras un rato así, les pedí que cambiasemos de posición, yo me quedé como estab pero Andrea se sentaba ahora de frente a mi, la visión de sus enormes tetas frente a mi cara no me hizo excitar aún más, porque ya no era posible más excitación, mi verga palpitaba en el aire, buscando un agujero donde entrar.
Andrea se sentó de nuevo sobre mí, pero esta vez mi polla entraba en su húmeda vagina, colocó sus piernas contra mis costados y apoyó sus tetas en mi pecho.
Su coño estaba ardiendo, húmedo y suave, mi miembro se deslizaba por su interior como un cuchillo caliente en una pieza de mantequilla.
Separé sus nalgas con mis manos, mientras ella se agarraba al cabecero de la cama. Ofrecí el culo de Andrea a mis amigos, que no tardaron en servirse de el, no pude ver quien entró primero en su ano, pues las tetas de Andrea me impedían toda visión, pero al poco pude ver a Mikel haciéndome la señal de ok desde un costado y se acercaba con la polla en la mano a la cara de Andrea, que no tardó en empezar a mamar.
Demian era quien marcaba el ritmo ahora con sus embestidas al ano de nuestra fuente de placer.
Con tanto vaivén mi polla se salió del coño de Andrea, entonces Demian se apartó para permitirme ensartarla otra vez, pero no la volví a meter en su coño, que derramaba su flujo sobre mi vientre, dirigí mi polla a la entrada de su ano, y volví a penetrarla por detrás, en una posición un tanto forzada, pero así tenía que ser para lo que le teníamos preparado….
Tienes un culo divino, Andrea, y ahora vamos a disfrutar como nunca desfondándotelo. Muerde la sábana.- le dije.
Creo que estoy bien así.- dijo ella.
Hazme caso. Te va hacer falta. Muerde la sábana y abre bien las nalgas. ¿estás lista?
Yo…eee…estoy… estoy lista, hacedme vuestra ya…
Buena chica, Demian… adelante.
Sentí la polla de Demian apoyándose en la mía a la entrada delano de Andrea, yo permanecía quieto. Demian se introducía despacio en el ano dilatado de Andrea, que lanzaba un grito de dolor ahogado por la sábana que mordía con fuerza.
Poco a poco la polla de Demian se fue abriendo camino junto a la mía, hasta que, al ver el dolor que le estaba produciendo a la chica, la sacó y lubricó algo la entrada dolorida con su saliva, volviendo a continuación a intentar penetrarla hasta más adentro.
Yo sentía como el esfínter de Andrea se tensaba sobre mi polla a medida que el miembro de mi amigo se abría de nuevo camino.
De pronto la tensión de la piel del esfínter desapareció, la polla de Demian había conseguido su objetivo, el culo de Andrea estaba roto, a ella le brotaban lágrimas de los ojos, pero aún encontró las fuerzas para lanzarme una sonrisa cómplice, un liquido caliente y espeso lubricaba ahora la abertura, y nuestros penes se movían con más soltura en el culo roto de Andrea.
Estuvimos un rato bombeando los dos dentro de ella, hasta que los gritos de dolor que alternaba con gemidos de placer, dejaron su lugar a estos últimos.
Yo besaba sus pezones, los mordisqueaba, lamía sus enormes tetas, noté que mi polla se quedaba sola en el ano de Andrea por un momento, pero en seguida vino la polla de Mikel a hacernos compañía, con el culo tan dilatado a Mikel no le costó ningún esfuerzo entrar en el orificio.
Así estuvimos un largo rato… de nuevo Demian iba a ocupar el puesto de Mikel cuando éste se retiró, pero yo aproveché para salir del culo de Andrea.
La tumbé sobre la cama, y puse mi polla junto a su boca, Mikel siguió mi ejemplo.
Pasábamos nuestras vergas sobre sus mejillas, sobre sus labios, sobre su frente, ella las besaba, las lamía hasta que Demian la cogió de la cintura y la llevó hasta el borde de la cama, separó sus piernas y penetró su coño como un salvaje, Mikel y yo nos masturbábamos despacio viendo como Demian se la follaba frenéticamente.
Cuando parecía que se iba a correr se salió de ella, y comenzó a tocarse la polla como estábamos haciendo nosotros.
Nos acercamos los tras a Andrea que se arrodilló en el suelo frente a nuestras vergas, con la boca abierta, la lengua de fuera, como una ternerita queriendo su ración de leche. Nos masturbábamos, rozábamos su piel con nuestros enhiestos miembros, acariciábamos su pelo y sus pechos mientras ella nos ofrecía su boca abierta con los ojos cerrados.
De pronto, demian estalló sobre la cara de Andrea, un mar de semen brotaba de su falo, salpicando la cara de Andrea, enormes gotas de lefa corrían por sus mejillas y caían sobre sus enormes tetas.
Esta imagen fue la gota que colmó el vaso, Mikel se corrió tambien sobre su cara, salpicando la larga melena de Andrea, su boca, su lengua, su barbilla, sus hombros, en enormes y espesas gotas que resbalaban hacia su pecho.
Yo me coloqué frente a Andrea que abrió la boca para recibir a mi miembro, su cálida y húmeda boca lo acogió con gusto, succionaba, y lamía hasta que no pude más y me corrí dentro de su boca, inundándosela, la saqué rápidamente, para poder ducharla con las últimas gotas de mi corrida sobre su cara y sus tetas.
Nos separamos un poco para ver como recogía con sus dedos los restos de semen que tenía sobre el cuerpo y se los llevaba a la boca, sacándolos limpios para volver a untarlos con otra ración del espeso líquido, mientras nos miraba con ojos de niña pícara, nos acercamos de nuevo a ella y recogimos los restos de nuestro semen con nuestros glandes, llevándolos luego hasta su boca, donde los hacía desaparecer con una sonrisa de satisfacción.
Tras la intensa tarde, nos dimos una ducha por turnos. Mikel y Demian abandonaron la habitación y Andrea, que no tenía una habitación propia, aceptó mi ofrecimiento de quedarse a reponer fuerzas antes de ir a cenar.
Lo que pasó en la cena y después de ella, es otra historia.

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